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                                FILOSOFÍA DEL DERECHO A DECIDIR

 

¿Y qué hay del derecho a decidir los temas a los que podrá aplicarse el derecho a decidir? No pagar impuestos, pena de muerte, subvención de la prostitución para los feos/viejos, etc.  Pablito, Colau, Duran i Lleida, Miquel Iceta, elaboradnos una lista, por favor.

 

O sea, desde el momento en que se plantea como distinto del derecho de autodeterminación para hacerlo más digerible, esto es, para que piquen muchos más ilusos, el derecho a decidir se convierte en algo genérico, de modo que es inadmisible que se decida limitarlo al tema de la independencia.

 

Por lo mismo, el derecho a decidir no puede ser un privilegio de territorios con la forma exacta de Cataluña, del País Vasco o de su puta madre, ni de territorios con una historia determinada. Cualquier pedazo de territorio tendrá una historia singular que ostentar. La Región Metropolitana de Barcelona debería conservar ese derecho en una hipotética Cataluña independiente para volver a ser parte de España. 

 

Y el derecho a decidir, al ser algo tan, tan "obvio", tendría que seguir aplicándose periódicamente en el futuro: volver a preguntar al pueblo si continúa estando o no de acuerdo con aquello que votó, porque puede haberse equivocado, y no se le puede negar al pueblo el derecho a decidir cambiar de rumbo. Errar es humano, y es de cretinos (nacionalistas) errar continuamente. Un derecho a decidir que deje de poder aplicarse una vez tomada la decisión de marras no es tal derecho: es la confirmación de que te han "colau" una dictadura como una catedral. La verdadera democracia se basa en la reversibilidad de las decisiones; si no, no habría elecciones cada cuatro años.

 

Pero la cosa no acaba ahí: si se sienten legitimados para lloriquear y darnos el coñazo con el derecho a decidir sólo porque los sondeos les dan en torno a un 35%-40% de síes, estos energúmenos deberían ser coherentes y asumir la obligación de organizar también un referéndum ante cualquier problema social para el que se proponga una solución apoyada por más de un tercio de la población. La hostia. Una consulta a la semana. Bueno... Seguro que Carmena, Errejón y Echenique se corren de gusto imaginando un escenario así. La voluntad popular expresándose ininterrumpidamente. ¡Una orgía, tío! Oclocracia por un tubo.

 

En definitiva, si quieres derecho a decidir y pretendes ser coherente con esa idea y que no te acusen nunca de facha, vas a tener que tomarte no una, ni dos ni tres, sino veinte o treinta tazas. Hasta reventar como un cerdo. Yo me lo pensaría dos veces.  

 

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23 de diciembre de 2015

                   

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